Esta boda nace de un amor que llegó sin avisar y, a causa de la pandemia, un año más tarde de lo previsto. Contratiempos y casualidades que, sin embargo, hicieron del 23 de octubre un día señalado en los calendarios de la feliz pareja, que se dieron el “sí, quiero” en la iglesia de Santa María de la Asunción, en Carmona.
El de Ana y Fernando ha sido, sin duda, un enlace muy esperado y celebrado con gran ilusión. El broche de oro a una historia de amor marcada desde el principio por “una gran complicidad” y, por supuesto, por el nacimiento de sus dos peques, que acompañaron a la pareja en todo momento.