¿Quién dijo que las bodas solo se celebrar con buen tiempo? Cada vez son más las parejas que deciden darse el «sí, quiero» en invierno, a las puertas de la Navidad, los reencuentros, la familia. En definitiva, una de las épocas más mágicas del año.
Contraer matrimonio en los meses más fríos del año puede llegar a suponer todo un reto (siempre en el mejor de los sentidos), ya que las bajas temperaturas nos permiten optar por looks más originales y jugar con las telas y las formas con mucha libertad.