Un radiante 18 de junio fue el día elegido, muy a conciencia, para celebrar el amor en la familia de Mª Ángeles y Alejandro. Una boda militar de lo más emocionante, rodeada de familiares y amigos que no fueron capaces de contener las lágrimas y que, sin duda, estuvo marcada por los recuerdos más bonitos.
El enlace entre Mª Ángeles y Alejandro fue uno de esos acontecimientos que quedan grabados para siempre. Una boda que salió adelante tras superar situaciones muy complicadas y teniendo «presente en cada uno de sus pensamientos» a una hermana muy querida y que les guio de principio a fin, entre poemas y dedicatorias.
Después de soñar con ese día durante 11 años, Mª Ángeles cuenta lo mucho que significó para ella: «Me casé en junio porque sabía que iba a hacer un sol radiante. Es un mes muy especial para nosotros, ya que el 16 de junio es el cumpleaños de mi hermana y el 18 de junio fue la fecha que elegimos porque es el cumpleaños de Alejandro mi marido».
«Fue una boda llena de sentimientos y emociones en la que reinaba la ternura, la alegría y, por otra parte, la nostalgia de no tener a una persona muy especial para mí y para todos. Mi hermana recitaba locuciones con sus poesías y para ello cogí y elegí una de las canciones de una poesía suya para el momento arras y anillos, «I Giorni de Jacob’s Piano«…me venía a la cabeza su poesía y me emocioné mucho».
La relación entre estos dos jóvenes cordobeses dio comienzo en 2011, justo en la época en la que ocurren las mejores historias: en verano. «Nos conocimos por amigos en común y yo llegué nueva al grupo, lo nuestro era amor-odio, siempre discutíamos porque él no paraba de picarme, y yo siempre me enfadaba. Ese verano nos lo pasamos genial, teníamos un grupo de amigos que siempre estábamos inventando planes, pero lo mejor llegó después».
«Ese mismo verano, Alejandro fue a veranear con su familia justo al lado de mi piso de la playa en Torre del Mar. A partir de ahí empezó nuestra bonita historia de amor, de allí nos fuimos a Fuengirola y nuestros amigos nos notaron muy distintos, nuestras discusiones eran distintas… y poco a poco el odio se iba convirtiendo en amor», recuerda nuestra novia con cariño.
Un amor de verano que se mantiene vivo como el primer día, algo que se comprobó en el rostro y la mirada del novio, visiblemente emocionado, cuando vio a Mª Ángeles vestida de novia. El vestido elegido para la ocasión fue el Modelo Rabat, de Manu García. Un impresionante conjunto de estilo clásico, pero elegante y actual, muy acorde al evento.
Se trata de un diseño confeccionado en un delicado y suave crepé, con un seductor escote en V y preciosa espalda abierta. Asimismo, y a pesar de que no era un diseño exclusivo, añadieron al conjunto de nuestra novia algunos detalles personalizados y únicos. «En los hombros no podían ponerme hombreras pero me hicieron unos pliegues para que tuviera la parte de arriba más abullonada», señala Mª Ángeles.
La elección del vestido fue un momento repleto de ilusión y con las emociones a flor de piel. Llegó indecisa a nuestra tienda de novia de HigarNovias en Fuente Palmera, donde se llegó a probar hasta 12 vestidos, y todos le gustaban. «La chica que nos atendió me sacó el Modelo Rabat sin haberlo elegido, y finalmente fue el que me enamoró».
Una decisión que fue amor a primera vista, y la tomó acompaña de su madre y su abuela, dos figuras totalmente indispensables en su vida. «Mi abuela me regaló el vestido y la diadema, y mi madre el velo, todo de HigarNovias», explica Mª Ángeles, añadiendo, además, que al probárselo sintió «mucha felicidad». «Empecé a saltar de alegría y a decir que era el mío. No lloré. Simplemente me emocioné mucho y la primera imagen que me vino a la mente fue la de mi hermana. Ella siempre me decía que era su princesa».
En cuanto a la espera, nuestra novia real dice que fue dura. «Hemos pasado muchos años separados ya que él es militar y estuvo fuera en la academia varios años pero todos los fines de semana venía a Córdoba. Todavía recuerdo la ilusión de cuando lo recogía en la estación y la tristeza de cuando lo dejaba de nuevo el domingo, deseando de que fuera viernes otra vez. Por trabajo también ha estado fuera, de misión 6 meses, pero por fin, después de tantos años fuera, obtuvo su plaza en Córdoba y pudimos hacer realidad nuestro sueño, celebrar nuestra boda y empezar una vida juntos en nuestro nuevo hogar», mantiene sincera.
Finalmente, resultó ser un día magnífico y emotivo, repleto de sentimientos y emociones que hicieron de este «sí, quiero» un momento mágico en las vidas de Alejandro y Mª Ángeles. «Nunca me hubiera imaginado sentirme tan especial», dice sincera nuestra novia.
Felicidades a los dos, desde HigarNovias os deseamos un matrimonio lleno de alegría y mucho amor.
Fotógrafo: Fran Vaquero
Lugar: Hacienda S’Cultura
Peluquería: Salón Manuel Cantón
Maquillaje: Mila Sánchez Mua
Wedding: Paloma Blanca Wedding